lunes, 7 de diciembre de 2009

Bayas de Goji


Una de las grandes novedades de las herboristerías en los últimos tiempos son las bayas de Goji. Cada día se habla más de ellas y su fama como “cóctel milagroso” crece cada vez más.
Creo que es el momento de presentarlas en este blog.

¿Qué son las Bayas de Goji?

Se las conoce también como bayas tibetanas, o bayas del Himalaya.
El Goji es un arbusto que puede llegar a los 4, 50 metros y que crece en los valles del Himalaya, en el Tíbet, a unos 4.000 metros de altitud. Pertenecen a dos especies arbustivas de la familia de las solanáceas muy cercanas entre sí: Lycium barbarum y Lycium chinense.La más apreciada por su sabor y riqueza en nutrientes es Lycium barbarum. Las bayas son del tamaño de una uva pasa pero con un color rojo muy intenso. Se comercializan secas y su sabor, dulzón, recuerda a una uva pasa.

Un poco de historia:

Hace casi 2.000 años que las bayas goji se utilizan como alimento y como elemento terapéutico en la medicina tradicional china. Aparecen mencionadas en un tratado médico de la dinastía Tang del siglo VII y en un Compendio de Materia Médica de Li Shizhen, de la dinastía Ming, editado en el siglo XVI. Su uso también está muy extendido en la medicina tradicional de Corea, Japón y el Tíbet.

Se desconoce su origen exacto, pero parece que se extendieron desde el sudeste de Europa hasta el sudoeste de Asia. En la actualidad se dan en muchas regiones del mundo, sobre todo en las Islas Británicas, donde fueron introducidas en el siglo XVIII. Aunque crecen con facilidad incluso en casa y una sola planta puede llegar a producir más de un kilo de bayas en su segundo año, China es el único país en el que se cultivan de forma masiva con fines comerciales.
Desde principios del siglo XXI las bayas goji se han ido introduciendo en los mercados occidentales, donde eran prácticamente desconocidas hasta fecha reciente, y se han convertido en un verdadero producto de moda.

¿Cómo tomarlas?

Las bayas goji se pueden añadir al yogur, a los cereales del desayuno, a los batidos o comer tal cual vienen. También se pueden incluir en recetas más completas como bizcochos, carnes guisadas o ensaladas.

Tomar entre 20 y 40 bayas al día es más que suficiente para gozar de un potente cóctel de antioxidantes naturales.


¿Qué contienen?

- Poseen más proteínas que la carne: 18 aminoácidos (el 13 % de su peso), incluidos los 8 esenciales.

- 21 oligoelementos entre los que destacan: Magnesio, Zinc, Hierro, Cobre, níquel, Cromo, Magnesio, Calcio, Potasio, Cobalto, Selenio, Cadmio, Fósforo y Germanio.

- Antioxidantes carotenoides como los betacarotenos y la zeaxantina. La zeaxantina se absorbe en la mácula lútea de la retina, donde se cree que ejerce un efecto protector frente a la luz solar.

- Vitaminas A, B1, B2, B6 , C y E.

- Ciperona: un sesquiterpeno que beneficia al corazón.

- Beta-Sitosterol: un agente antiinflamatorio que ayuda a bajar el nivel de colesterol y que también se ha usado para tratar la impotencia.

- 5 ácidos grasos esenciales, entre otros Omega 3 y Omega 6, que ayudan al mejor funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso,.

- Biotina: sustancia usada por el hígado para producir colina que ayuda en procesos de desintoxicación de hígado.

- Solavetivona: agente antibacteriano y antifúngico.

- Polisacáridos: al conjunto de éstos se lo denominó Polisacáridos Lycium barbarum ya que son un elemento clave en todos sus beneficios.

¿Cuáles son sus beneficios?

- Ayudan a recuperar la memoria.
- Desarrollan el crecimiento muscular.

- Mejoran y protegen la visión.
- Fortalecen el sistema inmunológico.

- Equilibran la presión arterial, mejoran los problemas cardiacos, la menstruación y la menopausia.
- Disminuyen el azúcar en sangre.

- Alivian los dolores de cabeza y mareos.
- Mejoran la calidad del sueño.
- Fortalecen el corazón.
- Normalizan las funciones del riñón.
- Regulan el transito intestinal.

- Alivian la ansiedad y el estrés.

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